viernes, 26 de noviembre de 2010

William Levy pone los pies en la tierra

El actor cubano se toma con reservas los elogios y prefiere enfocarse a evolucionar como artista
CIUDAD DE MÉXICO.- Tiene que tener la cabeza fría. Y es que es fácil comenzar a “flotar” cuando se le etiqueta como el “Brad Pitt latino”. También lo colocan como el “galán del futuro” en las telenovelas mexicanas, y ya figura como uno de los “50 más bellos” de la revista People en Español. Pero él ni se inmuta, y prefiere concentrarse en lo que sigue, su trabajo en el melodrama Sortilegio, aunque hay una puerta que se abre para él en el cine. “Estoy en pláticas desde hace algunos meses para participar en un proyecto. Estamos en charlas y, de concretarse, sería para cuando la telenovela esté finalizando. También hay otros proyectos de cine latino. La verdad es que me plantean personajes que me encantaría llevarlos a cabo, pero, bueno, estamos en la etapa de conversaciones”.

La llamada a la pantalla grande viene de Hollywood, aunque Levy aclara que no fue algo planeado: “Un productor me llamó. Se encargó de encontrarme, gracias a Dios, y pues ahí estamos. Él se llama Gene Mottola (director de la productora Mottola Entertainment). Incluso dio una entrevista en Nueva York donde decía que el único actor confirmado era yo, pero, insisto, todavía no hay nada concreto. Ojalá se logre, porque el cine en Estados Unidos es algo a lo que me quiero dedicar más adelante”.

Pega cuadrangular

El ahora actor de telenovelas fue un beisbolista destacado en su adolescencia. Abandonó los estudios de Administración de Empresas para dedicarse al modelaje, que comenzó a ser fructífero y exitoso desde el inicio.

El actor, casado (y por ahora separado) con la también actriz Elizabeth -madre de su hijo Christopher Alexander- recuerda: “Tuve que alejarme de mi familia, irme de mi país natal por el gobierno cubano, por lo que sea, no quiero entrar en detalles. Tuve que enfrentarme a cosas muy difíciles desde niño”.

Añade que su abuela es al ser que más ama en la vida. Ella todavía está en Cuba, y a William eso le entristece. “Pero a esa edad ya sabía que tenía que irme para lograr un mejor futuro para mí y para mi familia y tienes que enfrentar todo lo que venga. De Miami me fui solo a Los Ángeles para estudiar. Me ha tocado mucho tiempo estar solo, aunque de algún modo ellos siempre están conmigo”.

Dejaste Cuba con tu familia. ¿Llegaron a Estados Unidos legales o ilegales?
“Gracias a Dios nos fuimos legales a Estados Unidos. A mi padrastro le dieron asilo político, lo que le dio derecho de sacar a su esposa e hijos. En ese momento se encontraba casado con mi mamá; estaba embarazada de él. Corrimos con la suerte de salir y tener la residencia en forma inmediata”.

Estrellas cubanas como Gloria Estefan dijeron que no regresarían a su país hasta que Fidel Castro dejara el poder (ahora Raúl, su hermano), ¿compartes esa postura?
“Respeto la opinión de todos. En mi caso, voy a menudo a Cuba; no desperdiciaría la oportunidad de ver a mi familia. Ahí está mi abuela. Por cuestiones del gobierno es que salí de mi país, pero sigo yendo”.

¿Es duro ser “cara bonita” de la televisión?
“(Risas) No es que yo me lo crea, pero sí es difícil que te vean de esa manera porque luego dicen: ‘Es una cara linda y ya’; no ven tu talento. Por eso actúo, para que vean mi trabajo, si no estaría modelando”.

Pero ser galán te abre las puertas en este negocio que es la televisión, ¿o no?

“Sí, pero lo que te hace iniciar y mantener una relación es la manera de ser de cada uno. Eso es igual en la actuación. La belleza hace que algunos productores te quieran (en su melodrama) y que digan ‘es lindo’, pero lo que te hará quedarte con el personaje es el saber hacer tu trabajo”.

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